Hablando por teléfono con mi abuela me cuenta que el otro día soñó con mi abuelo, a quien ella le dice "el abuelo" y que fue su marido durante 33 años, hasta que se murió de un momento para otro, una tarde de agosto de 1983. Me cuenta que lo soñó como volviendo de un viaje, que tenía puesta una camisa muy blanca y no le daba mucha pelota. "Me hablaba lo justo y necesario", se queja, como si estuviera un poquito enojada con él por ese destrato. En el sueño, ella le preguntaba si esa camisa era nueva y él le decía que la había comprado "allá donde estuve". Después se subían a un auto y se iban los dos juntos. Eso era todo.
A la mañana, cuando se despertó y después de tomar el té con leche del desayuno, se fue hasta la agencia de quiniela y le jugó al 48, pero no salió.
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